UNIDAD 09: Adonay ordenó en Yom haKipurim echar suerte, por lo que necesitamos conocer este concepto

 

En esta enseñanza les explicaré el significado de la “suerte” para una cultura santa. Según el DRAE, la suerte es un evento fortuito o casual que puede ser favorable o adverso a una persona. Eso quiere decir que para un pueblo pagano la suerte es cuestión de azar, algo sobre el cual no se tiene ningún control, de allí que para ellos la suerte sea impredecible como lo es el futuro. Por ejemplo, muchos paganos juegan a la lotería esperando algún día contar con la suerte de ganar un premio grande y así poder dar solución a sus problemas económicos. Otros esperan contar con mejor suerte a la hora de buscar un empleo para que les paguen un buen salario. En tiempos de pandemia del COVID-19, la gente que sale a la calle espera correr con la suerte de no contagiarse porque puede correr el riesgo de morir. Sin embargo, para una cultura santa la suerte no es cuestión de azar, pues ella está relacionada con la perfecta voluntad de Adonay para su pueblo, y es el resultado de la obediencia ¿cómo es esto? Pues el siervo que sea más obediente a los preceptos y mandatos de Adonay correrá con la mejor suerte y le irá mejor en la vida, porque recordemos que la bendición es el resultado de la obediencia Sal 119:56.

La suerte está muy relacionada con el juicio de Adonay

Pro 18:18 El sorteo pone fin a la contienda y separa a los que se enredan en disputa.

Adonay enseñó a su pueblo que echaran suertes en todo pleito Pro 18:18, para que el juicio no fuera de los hombres, sino para que fuera suyo Jon 1:7. Adonay en su palabra asocia mucho la suerte con su juicio, y sobre todo en aquellos juicios donde se duda de la culpabilidad de alguien por la falta de pruebas suficientes. Adonay siempre escogería al culpable cuando utilizara el procedimiento del sorteo 1Sa 14:41, Jos 7:16-18, Jon 1:7. Para que el pueblo entendiera esto (pues es muy importante), Adonay estableció que en el día de su fiesta Yom Kipppur se echara suertes sobre los dos machos cabríos Lev 16:8, para recordarle a su pueblo que es Él quien decide a quien perdonar Lev 16:9 (macho cabrío usado para la expiación) y a quien castigar Lev 16:10. Adonay no perdonaría a aquellos que no llenaran los requisitos mínimos necesarios de obediencia y por tanto ellos correrían con la misma suerte del macho cabrío seleccionado para azazel, cuyo destino sería peregrinar por el desierto Lev 16:22. Cuando Jonás/Yonáh desobedeció al mandato que le fue dado, Adonay envió una tormenta contra la embarcación donde él viajaba, y Adonay orientó a los que estaban en la embarcación para que aplicaran el mismo procedimiento que se hace en Yom Kippur Lev 16:8. La suerte del macho cabrío para expiación caería para los inocentes, por lo que serían perdonados y librados, y la suerte del macho cabrío para azazel caería para el culpable y recibiría el castigo de su pecado Jon 1:7. Aquellos hombres de la embarcación echaron suertes y la suerte de azazel cayó sobre Yonáh, pues los demás hombres clamaron, hicieron votos y fueron perdonados Jon 1:14-15. De esa manera Adonay puso en vergüenza a Yonáh, y lo descubrió delante de todos los que estaban en aquella embarcación, pues él era el culpable de aquella tormenta. Adonay envió a Yonáh a azazel por tres días, es decir, hizo que se lo comiera un gran pez y entró en un periodo de gran angustia para que así fuera expiado el pecado de su desobediencia Jon 1:15-17.

Un pueblo santo usa sorteos para que sea Adonay quien decida

Pro 16:33  La suerte se echa en el regazo; mas de Adonay es la decisión de ella.

Adonay estableció como estatuto santo para su pueblo, que echaran suertes al momento de tomar decisiones importantes Núm 26:55, Núm 36:2, 1Cr 25:8, porque de esa manera Adonay intervendría en las decisiones de su pueblo Pro 16:33. No está bien que un pueblo santo tome decisiones importantes de manera democrática, pues es Adonay quien debe decidir para que se seleccione la mejor decisión y todo se haga conforme a su voluntad. La escritura enseña muchos casos donde el pueblo hebreo o santo tomó decisiones importantes a través del sorteo: Adonay ordenó repartir la tierra a las tribus por sorteo para que no hubiese pleito entre ellos Núm 26:55. Los levitas encargados de la adoración y alabanza en el templo decidieron por suerte el horario en el que iban a adorar al templo 1Cr 25:8-9. El sacerdocio encargado de ministrar en el templo decidió por suerte la hora del día que le correspondía ministrar a cada uno 1Cr 24:6-7. Los levitas que iban a apoyar el ministerio del sacerdocio también decidieron por suerte la hora de su trabajo 1Cr 24:30-31. Los levitas encargados de guardar las puertas también echaron suertes como lo hicieron sus hermanos 1Cr 26:12-14

La suerte de un pueblo santo no está en el azar sino en las manos de Adonay

Sal 16:5  Adonay … tú sustentas mi suerte.

Aquel que verdaderamente es santo porque conoce la toráh y la obedece, no estará preocupado por la suerte que correrá en el futuro, porque su futuro no es incierto o impredecible, su futuro está asegurado porque Adonay es quien le sustenta. El santo no tiene temor de los malos tiempos, no tiene temor de las malas noticias Sal 112:1, 7, porque sabe que los eventos que ocurran a su alrededor no cambiarán su suerte, pues toda su confianza está puesta en Adonay quien le sustenta Pro 1:33, Pro 3:21-26.

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